lunes, 24 de diciembre de 2007

Feliz Navidad


“Hoy brillará la luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor. Es el gran anuncio que conmueve en este día a los cristianos y que, a través de ellos, se dirige a la Humanidad entera. Dios está aquí. Esa verdad debe llenar nuestras vidas: cada Navidad ha de ser para nosotros un nuevo especial encuentro con Dios, dejando que su luz y su gracia entre hasta el fondo de nuestra alma”
(San Josemaría Escrivá, Es Crista que pasa, n.12).

Queridos todos:

Demos gracias al Señor por todo lo que nos cuidó este año, con la certeza de que 2008 va a ser mejor.
Espero que pasen una muy feliz Navidad junto al niño Jesús y sus familias.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Mi Caro

Después de compartir unos meses, nunca me acuerdo cuantos fueron, con Caro “Ecuado” Merino nos deja para regresar a Ecuador.
Vienen a mi mente algunas cosas que pasé con ella en este tiempo:
1. La primera vez que se enfrentó al mate, fue en el patio de la UM, tomó un sorbo y lo devolvió a sus dueñas, Flo y Nachus, que saltaron diciendo “tenés que tomarlo hasta el final, tiene que hacer ruidito”, Caro no tuvo más remedio que terminárselo. Ahora es una adicta al mete. Hoy, media hora antes de que se fuera, la acompañe a comprar un termo y yerba para poder usar el mate que le regalaron.
2. No me voy a olvidar la alegría que tenía la primera vez que vino a casa, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo “tu casa es la primera casa de familia a la que entro en Uruguay”.
3. Esa salida, a Cretino, donde nos tomamos unas copas del vino blanco New Age y festejamos el cumpleaños número uno del boliche.
No puedo contar todas las cosas que viví con Caro, pero las tengo bien guardadas en mi miente.
Ayer pasé con ella, Vale. Q. y Jero todo el día. Nos fuimos a pasar el día a La pedrera, para que Caro pudiera conocer las playas de Rocha.
Le había prometido que la iba a acompañar a misa en su último día en Uruguay, así que me levanté temprano y me fui a la residencia para estar con ella. Luego de la ceremonia y las compras de último momento nos abrazamos para despedirnos y nos deseamos felices fiestas. Como yo le regalé a Caro, porque me lo pidió, el libro de Manuel Casado, ella me regaló Gracias por el fuego de Mario Benedetti.

Caro, gracias por haber pasado este tiempo conmigo, se te va a extrañar.

P.D.: No me voy a olvidar nunca de tus “hooolaaa” y tus expresiones como “mi Lu”, “que rico sol”, “que rico dormí”, entre tantas de las que decís.
P.D2: En la foto está Caro. Espero conseguir alguna de las fotos que tengo con ella.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Ocho de diciembre

Salgo a comprar unas cosas que preciso para terminar un trabajo. Paso delante de Rivera Flores y me acuerdo que hoy, ocho de diciembre, es el día de la Inmaculada Concepción de María. Sin duda no podía volver a mi casa con las manos vacías, tenía que comprar unas rosas para la Virgen. Cuento la plata que tengo en el bolsillo y sé que no me da para comprarlas en la florería. Camino hasta el puesto que hay en la calle y compro dos rosas rojas, las más lindas de todas las que había; además me llevo seis jazmines, los primeros que van a llegar a mi casa este año. Coloco las rosas en el florero y lo acomodo al lado del portarretratos con la imagen de Nuestra Señora. Por dentro siento una gran alegría y cada vez que paso por ese sitio miro la imagen, le sonrío y le digo algún piropo, le doy las gracias o le pido algo. Sé que ella está feliz por el regalo, muy sencillo, que le hice en su día.

Una noche de viernes diferente

Para ayer tenía planeada una noche con amigos, tapas y vinos. Me enteré que era la noche de los museos. Así que decidí suspender lo que tenía planeado para poder hacer, con unas amigas, un recorrido nocturno por algunos museos de Montevideo. Los barrios que escogimos fueron La Ciudad Vieja y Villa Biarritz, los museos El Palacio Taranco, El Cabildo, El Museo Gurvich y El Museo Nacional de Arte Visuales. En cada uno disfrutamos de espectáculos de lo más variados. En el Taranco pudimos ver, si nos poníamos de puntitas de pie, danza griega; en la terraza disfrutamos de Soledad Bauzá y lo mejor de todo fue poder recorrer el palacio por dentro. En El Cabildo vimos, o mejor dicho escuchamos, a la Filarmónica de Montevideo, que terminó su espectáculo con La Cumparsita y nosotras, como pudimos e inventando, bailándola. En la calle del museo Gurvich sonaba, para mí un poco pobretón, un grupo de jazz. Dentro del museo vimos muchas de las obras del señor que da su nombre al local, puedo asegurar que no colocaría ninguno de sus trabajos en mi casa. Por último, el Museo de Artes Visuales al que llegamos tarde para ver lo único que nos interesaba, el espectáculo de danza moderna. Igual pudimos disfrutar de varias obras de Blanes y de un chico, no tengo ni idea quién es, que cantaba algo que no sé cómo definirlo y que vende su CD por $100. Después de darle las gracias a mi amiga, la que me invitó, por una noche de viernes diferente , me fui a mi casa, comí una pizza con faina y me acosté a dormir.

martes, 4 de diciembre de 2007

La séptima es la vencida

Bueno, después de dar siete veces la prueba “Casado” de ortografía, salvé. Tengo que agradecer a Pina todas las horas que me dedicó. Hoy me confesó que “valió la pena levantarse los sábados a las 7:00”, estoy de acuerdo con ella. La alegría es enorme y compartida con La profe y con Paco (que también preparo la prueba con Pina y salvó). Este mensaje, que me mandó Pina, muestra lo contenta que está de que haya salvado: “Que grade mi pollita boooo! No puedo mas de la alegrìaaa, la mejor noticia en añosss Festejamos seguroooo”. Sí, este mensaje fue escrito por, Josefina “Mito” Mezzera, la persona que salvó la prueba de entrada, y que logró que Paco y yo salváramos.
Perder una prueba seis veces es muy angustiante, pero siempre me repito dos cosas y se las digo a los demás: lo que no te mata, te fortalece, y, persevera y triunfaras.
Pienso en mis compañeros, que estaban re cursando y perdieron, y me siento culpable de haber salvado yo y no ellos. Pero creo que me lo merezco, fueron horas y horas durante muchos días dedicadas a preparar este examen. Salvé con lo mínimo que se precisaba, estoy feliz de verdad, pero estoy segura de que podría haber dado algo más de mí, creo que estaba preparada para salvar con algo más que el mínimo, de todos modos, la alegría que siento es inmensa.
Ahora me tendré que poner a pensar otra forma de agradecerle a Pina, ya que la primera fue rechazada motu proprio.

Pina, gracias; Paco, felicitaciones; Josean, espero que estés pasando muy bien en España.

P.D.: Encontré, en el libro de Manuel Casado, una locución latina que explica todos mis errores: lapsus cálami (error de pluma, error involuntario que se comete escribiendo).
P.D2: Tanto al triunfo como a la derrota hay que mirarlos con desprecio.

Uno más, uno menos





“Uno más que se casa, uno menos en la casa” esto me lo dijeron muchas personas el sábado de noche, día en el que se casó mi hermano Joaquín o Joaqin, según el menú que estaba en las mesas de la chacra donde fue la fiesta. “Vos sos la próxima” esto también lo oí muchas veces, creo que hasta más que lo primero. A esto me defendía diciendo “no, no, la próxima es mi hermana”. Después de que el Padre Jaime los casó en la Iglesia de Punta Carretas, nos fuimos a La rinconada a festejar. La fiesta estuvo increíble, a las 6:30 de la mañana tuvimos que echar a los amigos de los novios, cosa que no fue nada fácil. El DJ que pasaba la música se llevo más de un insulto cuando la cortaba para que se fueran. Bueno, a las 7:00 de la mañana, se terminó el estrés que me provoco el casamiento, y eso que no me casaba yo. Logramos llegar a casa a las 8:00, porque el remis que tenía que buscar a los novios se quedó dormido, y a las 8:05 estaba metida en la cama. Mi estrés se debió a que la modista me termino el vestido como el… y, con mamá, lo tuvimos que desarmar todo y volver a coser, cosa que terminé diez minutos antes de ir a la Iglesia, cuando ya estaba peinada y maquillada. El domingo dormí cinco horas. Nos reunimos con los novios y la familia de Majo, mi cuñada, a comer lo que había sobrado del casamiento. Vimos unas fotos que sacamos con la cámara chiquita y nos fuimos a dormir. En este momento los novios están en Río de Janeiro, disfrutando de las playas.
A los novios les pido una cosa, que le robo a San Josemaría, “que se quieran siempre, que se quieran con el amor ilusionada que se tuvieron cuando eran novios”.