Después de compartir unos meses, nunca me acuerdo cuantos fueron, con Caro “Ecuado” Merino nos deja para regresar a Ecuador.
Vienen a mi mente algunas cosas que pasé con ella en este tiempo:
1. La primera vez que se enfrentó al mate, fue en el patio de la UM, tomó un sorbo y lo devolvió a sus dueñas, Flo y Nachus, que saltaron diciendo “tenés que tomarlo hasta el final, tiene que hacer ruidito”, Caro no tuvo más remedio que terminárselo. Ahora es una adicta al mete. Hoy, media hora antes de que se fuera, la acompañe a comprar un termo y yerba para poder usar el mate que le regalaron.
2. No me voy a olvidar la alegría que tenía la primera vez que vino a casa, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo “tu casa es la primera casa de familia a la que entro en Uruguay”.
3. Esa salida, a Cretino, donde nos tomamos unas copas del vino blanco New Age y festejamos el cumpleaños número uno del boliche.
No puedo contar todas las cosas que viví con Caro, pero las tengo bien guardadas en mi miente.
Ayer pasé con ella, Vale. Q. y Jero todo el día. Nos fuimos a pasar el día a La pedrera, para que Caro pudiera conocer las playas de Rocha.
Le había prometido que la iba a acompañar a misa en su último día en Uruguay, así que me levanté temprano y me fui a la residencia para estar con ella. Luego de la ceremonia y las compras de último momento nos abrazamos para despedirnos y nos deseamos felices fiestas. Como yo le regalé a Caro, porque me lo pidió, el libro de Manuel Casado, ella me regaló Gracias por el fuego de Mario Benedetti.
Caro, gracias por haber pasado este tiempo conmigo, se te va a extrañar.
P.D.: No me voy a olvidar nunca de tus “hooolaaa” y tus expresiones como “mi Lu”, “que rico sol”, “que rico dormí”, entre tantas de las que decís.
Vienen a mi mente algunas cosas que pasé con ella en este tiempo:
1. La primera vez que se enfrentó al mate, fue en el patio de la UM, tomó un sorbo y lo devolvió a sus dueñas, Flo y Nachus, que saltaron diciendo “tenés que tomarlo hasta el final, tiene que hacer ruidito”, Caro no tuvo más remedio que terminárselo. Ahora es una adicta al mete. Hoy, media hora antes de que se fuera, la acompañe a comprar un termo y yerba para poder usar el mate que le regalaron.
2. No me voy a olvidar la alegría que tenía la primera vez que vino a casa, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo “tu casa es la primera casa de familia a la que entro en Uruguay”.
3. Esa salida, a Cretino, donde nos tomamos unas copas del vino blanco New Age y festejamos el cumpleaños número uno del boliche.
No puedo contar todas las cosas que viví con Caro, pero las tengo bien guardadas en mi miente.
Ayer pasé con ella, Vale. Q. y Jero todo el día. Nos fuimos a pasar el día a La pedrera, para que Caro pudiera conocer las playas de Rocha.
Le había prometido que la iba a acompañar a misa en su último día en Uruguay, así que me levanté temprano y me fui a la residencia para estar con ella. Luego de la ceremonia y las compras de último momento nos abrazamos para despedirnos y nos deseamos felices fiestas. Como yo le regalé a Caro, porque me lo pidió, el libro de Manuel Casado, ella me regaló Gracias por el fuego de Mario Benedetti.
Caro, gracias por haber pasado este tiempo conmigo, se te va a extrañar.
P.D.: No me voy a olvidar nunca de tus “hooolaaa” y tus expresiones como “mi Lu”, “que rico sol”, “que rico dormí”, entre tantas de las que decís.
P.D2: En la foto está Caro. Espero conseguir alguna de las fotos que tengo con ella.
1 comentario:
¿No volverá?
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