Bueno, después de dar siete veces la prueba “Casado” de ortografía, salvé. Tengo que agradecer a Pina todas las horas que me dedicó. Hoy me confesó que “valió la pena levantarse los sábados a las 7:00”, estoy de acuerdo con ella. La alegría es enorme y compartida con La profe y con Paco (que también preparo la prueba con Pina y salvó). Este mensaje, que me mandó Pina, muestra lo contenta que está de que haya salvado: “Que grade mi pollita boooo! No puedo mas de la alegrìaaa, la mejor noticia en añosss Festejamos seguroooo”. Sí, este mensaje fue escrito por, Josefina “Mito” Mezzera, la persona que salvó la prueba de entrada, y que logró que Paco y yo salváramos.
Perder una prueba seis veces es muy angustiante, pero siempre me repito dos cosas y se las digo a los demás: lo que no te mata, te fortalece, y, persevera y triunfaras.
Pienso en mis compañeros, que estaban re cursando y perdieron, y me siento culpable de haber salvado yo y no ellos. Pero creo que me lo merezco, fueron horas y horas durante muchos días dedicadas a preparar este examen. Salvé con lo mínimo que se precisaba, estoy feliz de verdad, pero estoy segura de que podría haber dado algo más de mí, creo que estaba preparada para salvar con algo más que el mínimo, de todos modos, la alegría que siento es inmensa.
Ahora me tendré que poner a pensar otra forma de agradecerle a Pina, ya que la primera fue rechazada motu proprio.
Pina, gracias; Paco, felicitaciones; Josean, espero que estés pasando muy bien en España.
P.D.: Encontré, en el libro de Manuel Casado, una locución latina que explica todos mis errores: lapsus cálami (error de pluma, error involuntario que se comete escribiendo).
P.D2: Tanto al triunfo como a la derrota hay que mirarlos con desprecio.
Perder una prueba seis veces es muy angustiante, pero siempre me repito dos cosas y se las digo a los demás: lo que no te mata, te fortalece, y, persevera y triunfaras.
Pienso en mis compañeros, que estaban re cursando y perdieron, y me siento culpable de haber salvado yo y no ellos. Pero creo que me lo merezco, fueron horas y horas durante muchos días dedicadas a preparar este examen. Salvé con lo mínimo que se precisaba, estoy feliz de verdad, pero estoy segura de que podría haber dado algo más de mí, creo que estaba preparada para salvar con algo más que el mínimo, de todos modos, la alegría que siento es inmensa.
Ahora me tendré que poner a pensar otra forma de agradecerle a Pina, ya que la primera fue rechazada motu proprio.
Pina, gracias; Paco, felicitaciones; Josean, espero que estés pasando muy bien en España.
P.D.: Encontré, en el libro de Manuel Casado, una locución latina que explica todos mis errores: lapsus cálami (error de pluma, error involuntario que se comete escribiendo).
P.D2: Tanto al triunfo como a la derrota hay que mirarlos con desprecio.
4 comentarios:
Felicitaciones Lucía!, por el Casado y por el hermano que se te casó. Y es normal que te digan que la próxima sos vos, porque tu hermana es muy chica aún. Pero vos no te dejes intimidar ;)
Contame algo nuevo, jeje. Te juro que estaba segura que salvabas.
Un abrazo,
Enriqueta (te la debo)
felicitaciones
No salvaste con lo mínimo, salvaste. Lo justo es lo justo.
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